Cuando era niño, Goro vió como su madre se adentraba en el tunel de las vías del tren de su pueblo y acabó muriendo atropellada por el tren, lo que se interpretó como un suicidio. Unos cuantos años después, cuando las vías cayeron en desuso, Goro es arrastrado por un grupo de amigos para explorar el túnel. Allí se encontrarían con Mari, la hermana menor de Goro, quien se encontraba llorando aterrada en la oscuridad y no sabía como había llegado al túnel.