El profesor de arte Okabe es encontrado muerto y sin cabeza en el aula de arte del edificio antiguo del instituto, del que solo se usa esa aula. Este profesor se había quedado hasta tarde en el aula trabajando en sus estatuas para una exposición. Okabe crea sus estatuas sin cabeza porque cree que así surgen una infinidad de posibilidades y que el arte no necesita caras. Rumi es la única que sabe que con el profesor Okabe se había quedado Shimada, miembro del club de arte, para ayudarle en su exposición, pero decide callarselo para que Shimada no se convierta en sospechoso.

En la mañada donde el cadáver de Okabe es encontrado, cuando Rumi va a casa de Shimada para ir con él a clases, éste le dice que no va a ir ese día porque está enfermo, sonando su voz de forma rara. Cuando Shimada va por fin a clases lo hace llevando una mascarilla y una chaqueta a pesar del calor que hace. Su comportamiento extraño no acaba ahí, ya que empieza de repente a declararle su amor de forma insistente a Rumi y le cuenta que el profesor Okabe no está muerto, sino que sigue con vida y está en el edificio antiguo del instituto.