Hiroshi y Miki han llegado al pueblo de Shirube (guía, señal en japonés) mientras viajaban en tren durante su luna de miel. La pareja ve que todo el pueblo está lleno de señales y mapas del lugar y se topan con un habitante del pueblo que se había perdido porque alguien había pintarrajeado algunos mapas y no encontraba ningún mapa en buen estado para guiarse.

Este hombre le pide a la pareja que le acompañe hasta su casa y allí le cuenta que este pueblo fue construido donde antes había un denso bosque que afectaba al sentido de orientación de quienes se adentraban en él y, cuando se construyó el pueblo en su lugar, el lugar conservaba su capacidad de afectar el sentido de orientación de sus habitantes. Le cuenta además de que, a veces, aparecen en los mapas señalizaciones de tesoros y que quizás sea un tengu el responsable de esconder tesoros en el pueblo. Hiroshi y Miki acabarán por encontrar la ubicación un tesoro señalado en uno de los mapas del pueblo, pero puede que a quienes habitan el pueblo no les haga ninguna gracia que alguien de fuera se lleve sus tesoros.