Kozeki es contratado por un hombre rico para trabajar en su mansión para aliviar el dolor que siente su hijo Yusuke. Yusuke puede sentir dolor fuera de su cuerpo como si fuera una especie de dolor fantasma y este dolor se extiende por toda la mansión, por lo que varios empleados tienen que trabajar recorriendo toda la mansión para poder aliviarle el dolor donde quiera que lo sienta y por eso se han tapiado las ventanas para que el dolor no se extienda más.

El padre de Yusuke acaba muriendo por no tratar una herida en la cabeza que se hizo al chocarse con uno de sus empleados que corría por la mansión y las heridas que se van haciendo los empleados van empeorando gravemente y éstos no las tratan porque no sienten dolor.