En este juego controlaremos al penitente en su peregrinaje para purgar sus pecados y para ello deberá encontrar los tres Santos Rostros dorados para realizar ante ellos las Tres Humillaciones con fin de poder acceder a la Cuna de la Aflicción. El penitente deberá atravesar entonces un mundo de fantasía oscura inspirado en la semana santa andaluza con múltiples referencias al arte religioso cristiano y con una estructura de niveles propia de un metroidvania 2D.

Atacarás usando tu espada, la Mea Culpa. Puedes atacar hacia delante, hacia arriba, mientras te agachas y durante un salto. Cuando ataques hacia delante en el suelo podrás realizar un combo de tres golpes. Puedes deslizarte hacia delante para esquivar. Podrás bloquear ataques enemigos, pero tu personaje solo se pondrá en posición defensiva durante un instante al pulsar el botón, debiéndolo pulsar en el momento justo en el que recibas el ataque. Algunos ataques que no sean demasiado fuertes se podrán contraatacar pulsando el botón de ataque, lo que causará un gran daño. Cuando encuentres en el mapa un altar de Mea Culpa nuevo, el nivel de tu espada subirá, haciendo que cause más daño. En estos altares puedes gastar lágrimas de enmienda, la moneda del juego que se obtiene al matar enemigos, en adquirir nuevos ataques, como un cuarto golpe dentro de tu combo o un poderoso ataque mientras te deslizas. Para aprender ciertos ataques se requerirá que tu espada tenga cierto nivel.

Para curarte tienes disponibles los matraces biliares. Empiezas con dos y se recargarán cuando te postres en los altares, que actúan de puntos de control. Cuando usas un matriz biliar para curarte, tu personaje se quedará inmóvil mientras se cura, lo que le deja vulnerable a ataques enemigos, por lo que tendrás que buscar un hueco entre sus ataques para curarte sin sufrir daños. Para obtener más matraces biliares primero deberás encontrar matraces vacíos en el mundo y luego llevarlos a una fuente de bilis para llenarlos, lo que te costará lágrimas de enmienda. Para hacer que los matraces biliares curen mayor cantidad de vitalidad deberás encontrar primero a Nacimiento. Él te mejorará los matraces a cambio de una unidad de azogue, que irás encontrando en el mapa, de lágrimas de enmienda y de reducir en uno la cantidad de matraces biliares que posees. También podrás encontrar mejoras a tu salud máxima en ciertas habitaciones repartidas por el mundo.

Podrás equiparte un rezo para usarlo gastando tu barra de fervor, que se rellenará atacando enemigos. Cada rezo tendrá un efecto distinto al usarlo, desde ataques a distancia hasta mejoras temporales para tu personaje. Podrás encontrar ciertas habitaciones que contienen una mejora a tu cantidad de fervor máxima.

Tu espada tiene un hueco para equiparte un objeto que tendrá distintos efectos pasivos, pero solo podrás cambiar el objeto equipado en los altares. También podrás equiparte cuencas de rosario para obtener bonificaciones pasivas. Las cuencas las irás encontrando por el mundo, cada una con un efecto distinto, y empezarás teniendo dos huecos en tu rosario. Para desbloquear más huecos deberás encontrar al espectro de la hermandad del lamento mudo y llevarle los nudos de cordón que vayas encontrando.

Al morir dejarás un fragmento de culpa en el lugar de tu muerte. Mientras no llegues al lugar en el que moriste y recuperes el fragmento, tu barra de fervor se verá disminuida, así como las lágrimas de enmienda ganadas al matar enemigos. Podrás ir acumulando fragmentos de culpa, lo que ocasionará que tu barra de fervor y el ritmo al que ganas lágrimas de enmienda se vean cada vez más disminuidos. También podrás recuperar tus fragmentos de culpa en las estatuas de culpa a cambio de lágrimas de enmienda.