La batalla contra Nappa y Vegeta causó la destrucción de las bolas de dragón, pero los saiyans comentaron que había bolas de dragón en el planeta Namek, el planeta del que vino Picolo, que resultó ser también un extraterrestre. Para resucitar a sus amigos que murieron en la batalla, Krillin, Gohan y Bulma viajan al planeta Namek usando la nave en la que vino Picolo.

Desafortunadamente, Vegeta también ha llegado al planeta en busca de las bolas de dragón, ya que quiere obtener la inmortalidad para poder vencer a Freezer, el ser más poderoso del universo al que Vegeta se ve obligado a obedecer por temor a su poder, el cual es extremadamente superior al de Vegeta. Freezer ha tenido la misma idea de Vegeta y ha viajado a Namek junto a sus hombres para reunir las bolas de dragón, cosa que hace masacrando a la población local para tomarlas por la fuerza, así que Krillin y Gohan, quienes están en inferioridad de condiciones, deberán esconderse para que ni Vegeta ni Freezer los encuentren. Mientras, Goku, quien estaba hospitalizado por las heridas por su última batalla, emprende el viaje al planeta Namek a bordo de una nave construida por el padre de Bulma, aprovechando la duración del viaje para entrenar.

Inesperadamente, Vegeta acaba colaborando con Goku, Krillin y Gohan para enfrentarse a Freezer mientras no para de pensar en la leyenda del súper saiyan, un guerrero de gran poder que destaca entre los saiyans y del que solo hay uno cada mil años, esperando convertirse en dicho guerrero para poder derrotar a Freezer, ya que la aparición del saiyan legendario es lo que más teme y lo que lo llevó a destruir el planeta de los saiyans, pero no será Vegeta en quien recaiga este honor.