Mientras estaba cazando un ciervo, Landreaux dispara y mata por accidente a Dusty, un niño de 5 años de una familia vecina que vivía en la misma reserva ojibwa de Dakota del Norte y que estaba vinculada estrechamente con la familia de Landreaux. Como parte de una antigua tradición ojibwa, LaRose, el hijo de Landreaux de la misma edad de Dusty y quien era su íntimo amigo, es adoptado por la familia del niño muerto.

Nola, la madre de Dusty, acoge a LaRose y lo intenta apartar de Emmaline, su madre biológica. Nola siente angustia al pensar que podrían quitarle a LaRose, lo que le provoca ideación suicida. La relación entre Landreaux y Peter, padre de Dusty, se vuelve conflictiva debido al incidente. Maggie, hermana mayor de Dusty, al principio siente un impulso de rechazo hacia LaRose ante la idea de que vaya a ocupar el lugar de Dusty, pero pronto cambia de idea y se comporta como una hermana mayor para LaRose, protegiéndolo y estrechando un fuerte vínculo a pesar de que Maggie es una niña problemática. Emmaline y Nola al final acaban compartiendo a LaRose y son Josette y Snow, las hermanas adolescentes del niño y a quienes Maggie admira y ve como hermanas mayores, las encargadas de llevarlo de una familia a otra para evitar conflictos entre Emmaline y Nola.

En paralelo a las andanzas de estas dos familias se nos contará la historia de la primera LaRose, antepasada ojibwa del niño que lleva su nombre, siendo una tradición en la familia nombrar a algunos de sus miembros con ese nombre. La primera LaRose conocería a un hombre blanco, Wolfred, con el que acabaría teniendo una familia, pero, al morir la primera LaRose, Wolfred no pudo recuperar sus restos para darles sepultura y aún a día de hoy la señora Peace, madre de Emmaline, se dedica a enviar cartas con el fin de que los restos de su antepasada sean devueltos.


Participación de autoras


Esta novela está escrita por Louise Erdrich, autora con ascendencia ojibwa, francesa y alemana.