El 21 de noviembre de 1920, en Dublín, los soldados ingleses realizan una masacre en el estadio Croke Park disparando contra los jugadores y la gente que allí había ido a ver el partido de fútbol gaélico.
Un comando del IRA ese mismo día por la mañana temprano había ido a buscar a los miembros del cuerpo de inteligencia del ejército inglés para matarlos en sus camas. Tras no averiguar los nombres de los miembros que habían ejecutado este ataque torturando a los miembros que habían capturado, el ejército inglés piensa que los atacantes se refugiarán en el estadio Croke Park. Así que despliega a un grupo de soldados alrededor del estadio con las órdenes de registrar a la gente que pase por los accesos y disparar a todo aquel que huya.