La joven Sophie se encuentra por la calle con el mago Howl mientras este era perseguido por los esbirros de la bruja del páramo. Howl la salva de unos soldados que intentaban ligar con ella y, a cambio, le pide que le ayude a disimular para despistar a los esbirros de la bruja. Esto no funciona y, al final, Howl tiene que usar su magia para que ambos puedan escapar. La bruja del páramo luego se pasará por la sombrerería de Sophie a la hora de cerrar para lanzarle una maldición que la convierte en una anciana.

Sophie se dirige hacia el páramo, lugar donde habitan magos y brujas, pero los achaques de la edad le dificultan el viaje. En su camino se topa con el castillo ambulante de Howl, una monstruosa estructura que se mueve gracias a cuatro patas y que funciona con vapor. Al entrar le recibe Calcifer, un demonio en forma de llama que sirve como fuente de energía al castillo. Éste le ofrece a Sophie un trato: si consigue averiguar lo que le mantiene atado a Howl y lo libera, él, a cambio, romperá su maldición. En el castillo también vive Marco, un niño aprendiz de Howl que se dedica a atender los distintos encargos que la gente pide a las múltiples identidades falsas que Howl usa como tapadera.

Sophie, al ver que el castillo está extremadamente sucio, decide convertirse en la criada del lugar. Ahora convivirá con Marco, Calcifer y Howl, del cual descubrirá que le da demasiada importancia a su aspecto, teniendo una pataleta cuando el color de su pelo cambia debido a que Sophie tocó las cosas de su baño.

El rey está convocando a todos los magos y brujas del reino para que participen en la guerra con el reino vecino. Howl también ha sido convocada, pero se niega a participar porque detesta la guerra y ha podido ver los estragos que los bombardeos han causado. Como Howl tiene miedo de confrontar a Madame Sullivant, la hechicera real, envía a Sophie para que se haga pasar por su madre y diga por él que no va a participar, para dar la imagen que Howl es tan cobarde y patético que no merece la pena usarlo en la guerra.

Esta película está escrita y dirigida por Hayao Miyazaki, el cual se basó en la novela de Diana Wynne Jones del mismo nombre. La banda sonora está compuesta por Joe Hisaishi.