La aguja es una gigantesca torre erigida en medio de un desierto radiactivo que alberga a más de un millón de habitantes. En ella viven seres humanos, que no pueden respirar el aire del exterior, y seres no humanos, que son despreciados y odiados por los seres humanos a pesar de los esfuerzos del recientemente fallecido barón, gobernante de la aguja. El término políticamente correcto para referirse a estos seres es el de esculpido. Las personas esculpidas pueden respirar el aire del exterior, lo que hace que algunos seres humanos crean que viven en la aguja para aprovecharse de ellos. Sha es una esculpida capitana de la guardia de la aguja que está investigando una serie de asesinatos cuyas víctimas están relacionadas con la familia real.

La nueva baronesa, hija mayor del antiguo barón, ve a la población esculpida como herramientas útiles que poder usar y desechar cuando lo considere necesario. Afuera de la aguja vive un grupo de seres humanos fanáticos religiosos que ven a las personas esculpidas como abominaciones que hay que exterminar. Por eso viven afuera de la aguja, donde las personas esculpidas conviven con los seres humanos, aún si deben llevar máscaras para protegerse del aire del desierto y les cuesta conseguir comida. La nueva baronesa tendrá que negociar una tregua con este grupo. Mientras, Sha tiene una relación de pareja con la hija menor del barón, quien quiere contarle de su relación a su madre y que deje de ser un secreto, pero Sha se muestra reticente respecto a la idea.