Hedionda es una muchacha fea y que desprende un fuerte olor a pescado, por lo que recibe constantes burlas. Al derramar una lágrima de compasión sobre un sapo de aspecto horrible, libera al hada Mab de un hechizo, por lo que le concede a Hedionda un deseo. Esta pide belleza, por lo cual el hada hace que las demás personas la perciban como una mujer perfectamente bella. Lo que a primera vista podría parecer un don, pronto se revela como una maldición.

Los hombres del pueblo, al ver su nuevo aspecto, van todos detrás de ella persiguiéndola como perros en celo, excepto su amigo Pedro. Incluso hay alguno que propone compartirla, reduciéndola a un mero objeto sexual, para evitar las peleas por ella. Las mujeres, al ver que sus maridos están tan obsesionados con ella que no les hacen caso, intentan desfigurar la cara de Hedionda, pero el hechizo no se lo permiten. Los hombres acaban acorralando a Hedionda y a su madre, las cuales se suben a un árbol. Los hombres le prenden fuego al árbol para que bajen, lo que causa la caída y muerte de la madre de Hedionda.

Hedionda acaba por llamar la atención del rey debido a un plan de su inteligente hermana Claudina, quien veía con recelo a la actual esposa del rey, hermana del rey del reino vecino del norte, porque sus propuestas en el consejo debilitaban militarmente al reino. El rey se queda profundamente embelesado por la belleza de Hedionda, lo que le hace abandonar a su esposa y casarse con ella. Hedionda, convertida en reina, se vuelve caprichosa e irresponsable, y sus acciones acaban por sumir el reino en el caos y hacer que rueden cabezas literarmente.

Este comic está guionizado por Hubert Boulard y dibujado por Marie Pommepuy y Sébastien Cosset, que firman bajo el pseudónimo de Kerascoët.


Participación de autoras


Marie Pommepuy participa en el dibujo de este cómic firmando junto a Sébastien Cosse con el pseudónimo de Kerascoët.